Realidad líquida
En una pequeña casa, al final de una calle tranquila, Pedro disfrutaba de su ritual nocturno. Tras un largo día de trabajo, se sumergía en la calidez del agua de la ducha, dejando que las preocupaciones se desvanecieran con cada gota que caía. Al finalizar, se secaba, se vestía con ropa cómoda y se dirigía a la cama, listo para perderse en el sueño. Pero cada noche, justo cuando el silencio envolvía la casa, un sonido inquietante rompía la calma: el goteo del agua de la regadera. Al principio pensó que era un problema de plomería. Sin embargo, cada vez que se acercaba al baño, las llaves estaban cerradas y todo parecía en su lugar. Cada noche, el ritual se repetía, el goteo resonando en la oscuridad, como un eco de algo que él no podía ver. Una sensación de inquietud se asentaba en su pecho, pero no podía evitar la curiosidad. Una noche, decidido a descubrir la fuente del sonido, colocó su grabadora junto a la regadera antes de irse a la cama. Cerró los ojos, dejando que el sueñ...